01 junio 2006

Faltan 9 días

Y si, uno se siente un tipo mas o menos inteligente, que puede mantener una conversación interesante utilizando oraciones que contienen una o dos palabras “difíciles” como ácido desoxirribonucleico o psiconeuroinmunoendocrinología (esa es jodida) y con cuidado de usar correctamente adverbios de tiempo y lugar.
Es quizás por eso que me sienta desilusionado de mi mismo cuando en ciertos momentos y bajo ciertas circunstancias termine tirando la chancleta e inesperadamente actuando de una forma muy poco racional.


Bueno, posiblemente ya lo adivinaron en mi caso esto es simple y pasa por el fútbol.Generalmente durante una discusión deportiva (o sea fútbol) por mas apasionada que esta sea trato de mantener la calma y ser lo mas objetivo y neutral posible, cosa totalmente antinatural pero por demás útil si lo que se pretende es mantener la integridad física.


Pero sucede que cada cuatro años y con los primeros fríos se produce una extraña conjunción planetaria, que produce una mutación en mi ser. Los cambios físicos son casi imperceptibles o atribuibles a otras causas como la mayor ingesta de calorías durante el invierno, pero lo que si son claros son los cambios psicológicos. Es notable el cambio de humor, la reacción exagerada antes hechos irrelevantes y la intolerancia a flor de piel.


No se con que nombre técnico llamaría un especialista a este síndrome, pero el común de los mortales lo conocen como “El Mundial”. Y listo!, es todo lo que necesito escuchar para empezar a salivar fútbol como tarado y repetir mentalmente la frase "Barrilete cósmico de que planeta venís" como si se tratara de un mantra, para que mis conversaciones sobre cualquier otro tema tengan menos contenido que los horóscopos del chicle globo Bazooka, para que la misma memoria que falla para aniversarios y cumpleaños ahora me permita recordar la formación con suplentes incluidos de la selección de Servia y Montenegro (bueno casi), para sentirme mas argentino que Laprida y demás congresales el 9 de Julio, para sensibilizarme de tal forma que no creo que nada me haya causado tanta indignación e impotencia como aquel famoso penal cobrado por Codesal en la final del '90, o para no evitar que se me piante un lagrimón al ver una propaganda de Quilmes ...


Y si, lo que se llama un reverendo boludo!


Pero bueno solo pasa cada cuatro años y lo pienso disfrutar como chancho!! total dentro de un mes todo regresa a la normalidad, los ánimos se apaciguan y solo resta ver los domingos el resumen de la fecha en Fútbol de Primera y cada tanto ir a la cancha a alentar a la Lepra a ver si de una puta vez sube a la B ... que triste.

1 comentario:

Iker dijo...

interesting